Desde tiempos inmemoriales se ha utilizado la risa como arma terapéutica. Su rastro puede seguirse desde el antiguo imperio chino, en el que existían unos templos donde las personas se reunían para reír con la finalidad de equilibrar su salud.
Actualmente, la medicina tiene su total atención en dos de los diferentes tipos de risa que existen: la risa ensayada la cual se torna divertida y contagiosa al poco rato de practicarla, y que a su vez puede hacer brotar la risa espontánea para así potenciar su intensidad y duración. Como el cerebro no sabe distinguir la “risa verdadera” y la “risa falsa”, ambas se asocian a beneficios similares para la salud.
Al humor terapéutico se le han atribuido múltiples beneficios y utilidades en diferentes contextos. Su uso se centra principalmente como herramienta de ayuda para combatir enfermedades y el estrés.
Entre los beneficios más destacados en la Risoterapia se destacan: la disminución de la percepción del dolor, disminución del nivel de cortisol, combate el estrés y el insomnio; mejora la función pulmonar en pacientes asmáticos; reduce la ansiedad en el preoperatorio, sobre todo en los niños; ayuda a solucionar algunos problemas dermatológicos; limpia los ojos y despeja de mucosidad la nariz y los oídos; combate problemas cardiovasculares; aumenta el funcionamiento del sistema inmunitario; mejora los cuadros de estreñimiento; relaja las contracturas en la espalda entre otras muchas ventajas más.
Los pocos estudios que se han desarrollado sobre la terapia de la risa aplicada en el contexto colombiano, analizan los efectos del humor como estrategia terapéutica en niños que se encuentran hospitalizados por diferentes síntomas y enfermedades.
El método más conocido es la Terapia Clown, la cual usa como principal herramienta los juegos, la improvisación, la expresión, la imaginación y la vivencia del vacío, para así generar una respuesta de creatividad y originalidad totalmente novedosa que puede ser de mucha ayuda para la solución de los conflictos internos y de la vida. Las actividades son realizadas por parte de una persona con formación especial y con conocimiento previo en la técnica Clown, que se caracteriza como payaso. En Colombia, la fundación Doctora Clown es pionera en el campo de la terapia de la risa y son los encargados de capacitar a voluntarios y llevar a cabo estos programas.
La formación de un terapeuta clown debe tener en cuenta varios aspectos: en primer lugar, un terapeuta clown debe ser una persona apasionada, dedicada, constante, empática, expresiva y que disfrute el servir a otros; en segundo lugar, debe contar con formación artística ya sea desde lo profesional (estudios en música, teatro, danzas, etc) o desde la adquisición de herramientas artísticas como la magia, la globoflexia, etc.; en tercer lugar, es importante tener formación especializada en la terapia Clown, para lo cual se debe asistir a los talleres o cursos dados por la fundación, en los que se manejan aspectos como el objetivo de la terapia, su finalidad, sus herramientas, el uso de la improvisación y los cuidados de asepsia hospitalaria.
La risa como tratamiento es una estrategia de intervención que funciona como apoyo en crisis y como sanación física y emocional tanto para el paciente y su familia, como para los Clown. En Colombia, teniendo en cuenta los efectos y lo accesible que es en costos, la terapia de la risa debería ser aplicada y reconocida con mucha más frecuencia como método para mejorar y el proceso y evolución de hospitalización en una enfermedad ya se o no crónica, pues, aunque la visión y el campo de ejecución han crecido con los años, hace falta que sea más reconocida, valorada y aprovechada dentro del territorio colombiano.