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Radio Católica Metropolitana

Febrero mes de Luz

Febrero mes de luz

El día dos de febrero será un día radiante gracias a la importante celebración en nombre de La Virgen de la Candelaria, a quien le anteceden hechos históricos como el de 1392, con su aparición a dos aborígenes “Guanches”; la de 1526 cuando se le construyó su primer templo y la del 2014, cuando en el mes de noviembre la UNESCO declara la Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Ella, considerada patrona de las Islas Canarias debido a su primera aparición, es sinónimo de luz, luz santa que guía por el  buen camino, que incrementa la fe en Dios y por su esplendor recuerda la presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén, y la solemne purificación de María.

La Virgen de la Candelaria es venerada al rededor del mundo incluido nuestro país, donde posee celebraciones en su nombre como la dada en la ciudad de Cartagena, e iconos de esta advocación (nombre) como el caso de la ciudad de Medellín, quien toma la efigie de la Virgen como parte esencial de su escudo. Así mismo, la primera catedral de la hoy Arquidiócesis de Medellín fue la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria.

En el área metropolitana de Bucaramanga también contamos con una Parroquia en su honor, la cual la erigió Monseñor Darío Castrillón Hoyos el 31 de enero de 1996 y nombró como primer Párroco al Padre Jaime Serrano López quien se interesó por iniciar la obra del templo.

Gracias a la virgen se espera que el domingo dos de febrero como todos los años y al rededor del mundo, siga siendo una de las grandes celebraciones religiosas al rededor del mundo, dentro del calendario litúrgico, la cual estará embellecida por sus templos decorados, sus imágenes vestidas, serenatas y la celebración de La Santa Eucaristía.

Oración a la Virgen de la Candelaria para peticiones difíciles

Queridísima Virgen de la Candelaria:
nos reunimos junto a ti con humildad y esperanza
pues sabemos nos amas, nos escuchas y nos das luz
en todo momento y situación,
sobre todo cuando estamos agobiados por los problemas;
hoy llegamos ante tu Imagen llenos de ilusión
con nuestra fe y confianza puestas en ti Señora,
y te traemos nuestra devoción y nuestro cariño,
acéptalos amada Virgen Santísima,
y no nos dejes sufrir más, dulce Madre nuestra.

Déjanos contemplar tus virtudes
y enséñanos a imitarlas para que seamos mejores.

Que nos parezcamos a ti cada día más,
para agradar al Señor como tú lo hiciste
y vivamos así, en paz, amor y alegría
y lleguemos luego a compartir contigo
la dicha eterna de la Gloria Celestial.

Virgen Inmaculada de la Candelaria
apiádate, Señora, y danos tus bendiciones,
porque de cuantos en ti confían y esperan,
Tú eres el mejor puerto de salvación
y con tus maternales caricias
todos recibimos los tesoros de los Cielos.

Oh, María, nuestra esperanza
nuestro amparo y nuestro auxilio,
nuestro refugio, claridad y camino
nuestra madre atenta que nos guardas y guías,
te suplicamos una vez más seas nuestro consuelo,
nuestra bendita mediadora con el Señor
y nos ayudes a conseguir solución en nuestros problemas.

Oh Virgen Santísima de la Candelaria:
más que todas las criaturas bienaventuradas:
te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros,
líbranos, Señora, de todos los peligros,
aléjanos de enemigos, enfermedad y todo mal
y danos tu ayuda para salir de esta difícil situación
que hoy nos embarga el ánimo y nos hace padecer,
te suplicamos que nos alcances de tu Hijo amado,

Nuestro Señor Jesucristo,
remedio para salir con bien de estas dificultades:

(hacer ahora con mucha esperanza la petición)

Oh, Virgen de la Candelaria,
te damos gracias, Madre y Señora nuestra;
conscientes de nuestras debilidades acudimos a ti,
somos tus hijos y nos ponemos en tus manos,
haz que con tu poderosa intercesión
sea concedido lo que solicitamos,
y no nos dejes sin tu amparo y maternal cuidado
para que nos eduques y logres hacer de nosotros
verdaderos hijos de Dios.

Amada Virgencita haz que también nosotros suspiremos
por tener a Cristo en nuestro corazón
y así tú puedas entregarlo a Dios.

Así sea.

Fuente: AciPrensa

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