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Consejos para mejorar tu vida de oración

    ¿Alguna vez has sentido que no encuentras la manera de orar? ¿No sabes como empezar, o desarrollar tu encuentro con Dios? Puede que hayas sentido que siempre dices lo mismo y llegas a un punto en donde te quedas en blanco.

    No te preocupes, esta situación le ha sucedido a más de una persona, lo primero que debes tener claro es que orar es hablar con alguien que está dispuesto a escucharte en todo momento, el te conoce, pero quiere que le cuentes todo lo que te sucede, tus alegrías, tus tristezas, tus miedos y tus deseos.

    Por ello, conoce algunos consejos para orar de una mejor manera y fortalecer tu relación con Dios:

    • Alaba a Dios: Cuando hables con Dios es importante darle su lugar, recuerda que él creó todas las cosas a través y para Él mismo, sólo Él tiene el poder de escuchar todas nuestras oraciones y responderlas.
    • Agradece a Dios por lo que él ha hecho: Cuando te encuentres con Jesús a través de la oración, es importante reconocer todo lo que hace por ti, todo lo que te ha te regalado, la vida, los alimentos, la familia, el estudio el trabajo y lo más importante es que Él murió por ti.
    • Antes de comenzar tu oración, concéntrate e invoca al espíritu santo: el paráclito es quien pone las palabras y pensamientos en nosotros, por eso para una mejor oración invocamos su presencia para que nos acompañe y derrame sobre nosotros sus dones.
      También es importante des conectarse de la corriente de planes y preocupaciones que han ocupado tus pensamientos. Apaga el teléfono. Quédate quieto. Ponte a pensar en algún versículo o promesa bíblica y medita en su significado.
    • Si perdiste la concentración, prueba orar en voz alta: Por lo regular somos más coherentes cuando hablamos en voz alta. Por supuesto, no necesitamos hablar como genios literarios, pero nuestra expresión verbal por lo regular le agrega color a nuestras oraciones. No olvidemos que hay diferencia entre un pensamiento impreciso que flota en dirección al cielo, y un mensaje de corazón dirigido a Dios, algo que realmente queremos decir.
    • Pide por los demás:  No ores solo por tus necesidades sino también por las de otros, por tu familia, amigos, las personas que te hacen mal, la sociedad, país y el mundo. No olvides ser agradecido con Dios y de alabarle por todas sus cualidades.
    • Ora con fe: La oración funciona cuando uno cree verdaderamente en el poder de Dios. De nada vale repetir las mismas palabras todos los días, si ellas no tienen ningún significado para ti.

    «La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos: algo que nace en lo más profundo de nuestra persona y llega, porque siente la nostalgia de un encuentro. Esa nostalgia que es más que una necesidad, más que una necesidad: es un camino. La oración es la voz de un «yo» que va a tientas, que procede a tientas, en busca de un «tú». El encuentro entre el «yo» y el «tú» no se puede hacer con calculadoras: es un encuentro humano y muchas veces procedemos a tientas para encontrar el «tú» que mi «yo» está buscando» Papa Francisco